lunes, 1 de julio de 2013

Ruido de sables policiales en Colombia




Así no presidente Santos!!!!!!

Indignado por las afirmaciones del presidente Juan Manuel Santos, quien de manera
desmedida, desleal y descortés, expresó que nosotros los policías estábamos
descuidando nuestras labores por mantenernos en zona de confort, en oficinas y
regocijados bajo el amparo de la “buena vida”, me permito, en nombre de un grupo de
valerosos y sacrificados policías, aclararle a nuestro Comandante en Jefe, lo siguiente:
Nosotros, los policías de Colombia, presidente Santos, entregamos sin reserva alguna,
nuestro esfuerzo, dedicación y profesionalismo al servicio de nuestra patria. No importa a
dónde tengamos que ir, en qué condiciones, ni los obstáculos que debamos superar para
cumplir nuestra misión: la seguridad de los colombianos. Para ello, presidente Santos,
nosotros no utilizamos vuelos en primera clase, ni esperamos jugosas bonificaciones ni
viáticos, solamente nos motiva el amor por nuestra patria; amor que profesamos sin
esperar nada a cambio, ni onerosas prebendas del fisco nacional, ni millonarias
pensiones. No Presidente Santos, a nosotros solo nos motiva lo básico y esencial de
nuestra profesión: la vocación de servicio.

Nosotros, el noventa y nueve por ciento de los policías, tenemos como oficina LA CALLE.
Allí pasamos los días, meses y años, llenos de valor, portando con orgullo nuestro
uniforme y con la frente en alto. Para nosotros no es un sacrificio, para nosotros es amor
puro presidente Santos. Nuestra pasión se ve reflejada en la felicidad del deber cumplido.
En eso que usted llama OFICINA, nos enfrentamos con dignidad a todas las amenazas
contra la seguridad ciudadana, sin importar si llueve, truena, hace sol o si es de noche,
de día, si es festivo o no, allí estamos todos los días, firmes y dispuestos hasta entregar
la vida para defender a los ciudadanos. Allí, en esa oficina, no se encuentra whisky,
caviar o los manjares a los que están acostumbrados ustedes los políticos. Allí,
presidente Santos, nuestro menú diario son las amenazas, la incomprensión, los ataques
y la indiferencia de algunos ciudadanos.

Pero señor Presidente, nada de eso nos amilana, debilita o desmotiva. Nada de eso.
Pero sí nos entristece palabras como las que expresó Usted públicamente, voces
hirientes contra quienes lo protegen y han respaldado de manera humilde en las
situaciones más difíciles de su Gobierno.

Nosotros, los policías de Colombia, en nuestra diaria labor en las “oficinas” como usted lo
dice, tenemos que pasar angustias y necesidades. Angustia por dejar a un lado a nuestra
familia durante largas jornadas diurnas y nocturnas. Usted lo debe saber bien, aunque no
lo reconozca, nosotros no vemos nacer a nuestros hijos, no asistimos a los cumpleaños
de nuestros seres queridos, ni fechas especiales. Vea usted, nuestra labor no es tan fácil
y no la efectuamos desde la comodidad de una oficina como la suya, con sillas de cuero
y exquisitas fragancias. Es doloroso escuchar a nuestro Presidente, por quien estamos dispuestos hasta entregar la vida para que pueda ejercer su mandato, referirse de manera desobligante de nuestra labor.
Es desesperanzador saber que quien debería estar ocupado en buscar soluciones
a los grandes problemas que aquejan a nuestra Institución, tales como retrasos en los
ascensos, salarios bajos, deficiencias en los servicios de salud, bajo presupuesto para
nuestra dotación, pobreza en nuestras instalaciones policiales en las zonas apartadas y
falta de oportunidades para mejorar nuestra preparación policial, se venga lanza en ristre
a través de los principales medios de comunicación, demeritando sínicamente nuestra
labor.

Permítame señor Presidente, recordarle que nosotros los Policías de Colombia, somos
los catalizadores de los grandes problemas que aquejan a la ciudadanía por
irresponsabilidad de altos funcionarios del Estado, como usted Presidente, que deberían
estar trabajando por el bienestar de todos los colombianos. Mientras usted está en la
comodidad de su OFICINA, nuestros compañeros están sufriendo en estos momentos,
los embates de los violentos en la zona del Catatumbo. Allí los puede ver a la intemperie,
poniéndole el pecho a los errores que gobernantes como usted han cometido año tras
año. Allí los podrá ver de pié y con la frente en alto, tratando de contener la furia de las
personas que, quizá, con toda razón están sufriendo y pasando enormes necesidades
por la incapacidad de personas que como usted, “trabajan” en el confort de elegantes
oficinas, protegiendo solamente los intereses de los poderosos.

Esperamos señor Presidente que rectifique sus declaraciones en contra de nosotros, los
policías, que no hacemos otra cosa que luchar diariamente por mantener un país seguro
y en paz. Recuerde señor Presidente que nosotros, los policías y miembros de la fuerza
pública, somos quienes le hemos dado a su gobierno, el sostén y credibilidad que
legitima su función. (Tomado de: redes sociales colombia)

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